Existen ciertas pautas o guías, muchas de ellas no dichas o estipuladas, sino que atienden más al sentido común y a la creatividad del inversor principiante. Por otro lado, están algunos trucos que bien pueden ser expresados por expertos o mentores en el tema del mercado hipotecario.
4.- La virtud de la paciencia en el financiamiento de casas o terrenos
Sobre todo, cuando se perciben rápidos movimientos económicos e hipotecarios. Como se decía en alguno de los puntos anteriores, la tentación de querer meter mucho dinero ante cualquier oportunidad puede ser muy grande, pero no necesariamente significa que sea la mejor opción.
Por ello, lo mejor es asesorarse con especialistas en principiantes, y juntar mucha información de distintas fuentes, para realmente estar preparados en la incursión de la inversión patrimonial, mediante elaboración de un plan bien establecido y con directrices claras, con criterios sensatos, para afrontar la mayoría de las eventualidades inherentes del mercado hipotecario.
5.- Elegir lo que se desea con inteligencia
Dentro de bienes raíces rentables, existen muchas opciones para invertir. En general se recomendaría al principiante, a elegir una situación cómoda financiera en este rubro. Por ejemplo, los fideicomisos fungen como una opción de bajo riesgo, para poder hacer inversiones en empresas y percibir ingresos de las mismas.
Y si a usted le gusta la adrenalina financiera, al menos asegure una buena base de fondos, para entonces empezar a invertir a largo plazo en viviendas o edificios, ya sea para venta al por mayor o incluso, partiendo desde el arrendamiento, que, para ello, se necesitará un cierto conocimiento en administración de propiedades.
6.- Apreciación de bienes raíces rentables
Si bien en estos momentos nos enfocamos en principiantes, no está mal tener un conocimiento básico de la apreciación inmobiliaria, un tema no tan fácil de ejecutar una vez entendido el tema. La apreciación de terrenos o viviendas, es básicamente una predicción de lo que podría suceder con un terreno vacío aledaño.
Definitivamente no es un juego fácil, por lo que se debe tener mucho conocimiento previo del mercado hipotecario. Significa discernir si la propiedad colindante o vecina puede volverse más ocupada o desocupada, las posibilidades de centros comerciales o complejos de trabajo, entre otros aspectos. Por ello, se enfatiza mucho la importancia de contar con un buen mentor o experto en esos rubros.
7.- Incursión en inversiones inmobiliarias auxiliares para ingresos más sustanciosos
Cuando ya se hayan establecido las bases financieras, entonces se puede pensar todavía más allá, para percibir ingresos monetarios más sustanciosos. Los ingresos de flujo de caja significan ganancias provenientes de arrendamientos en edificios, viviendas, centros de almacenamiento, tiendas, oficinas, entre otros. Los ingresos con bienes raíces son usualmente vinculadas a corredores y la ganancia de comisiones, ayudando a clientes a vender o comprar; tal vez usted con trabajo duro, llegue a la posibilidad de generar más ingresos -por mucho- al administrar los bienes inmuebles, a cambio de un porcentaje de los alquileres.
Por otro lado, están los ingresos de inversiones inmobiliarias auxiliares. Para muchos, es una de las fuentes más sustanciosas de ingreso monetario en bienes raíces rentables. Ya no solo se trata del bien inmueble como tal, sino también implican muchos otros beneficios. Como alquiler de máquinas expendedoras, cuartos de lavado, maquinaria de todo tipo, etc. Son básicamente mini negocios dentro de otros más grandes, formando así, una colección semi cautiva de clientes.
8.- Estar conscientes de los pros y contras de la inversión hipotecaria
Obviamente existen beneficios y consideraciones dentro de este mundo de inversión financiera. Es tener en consideración los riesgos del mercado de valores, es decir, dónde hay menos y dónde más, así como los tipos de retorno de inversión. Es tener en circunspección las fuentes de ingresos y los flujos, junto con los montos necesarios para invertir. Es considerar rendimientos en determinados plazos, y la inherente interacción con personas, así como entes públicos y privados -inquilinos, administradores, constructoras, etc.-.