No necesariamente un negocio que involucre inversión en terrenos o propiedades, tiene que ser de manera individual o manejada por un consorcio de profesionistas ajenos a un círculo íntimo. Este también puede ser un negocio familiar, que bien gestionado, llevará a una buena ganancia derivada del patrimonio que se está adquiriendo, sirviendo asimismo, como un legado de padres a hijos y las subsecuentes generaciones.
Solo será importante observar si el proyecto tendrá rentabilidad hipotecaria, así como estar al tanto de puntos económicos y jurídicos, en caso de que varias personas vayan a entrar a esta clase de negocio, ya sean amigos o familiares.
Para que haya una buena inversión de bienes inmuebles, tiene que haber un retorno de inversión lo bastante razonable, para que cada inversor o familiar, reciba el dinero que le corresponde. Para esto, es diferente pensar en comprar una vivienda o propiedad para tenerla como un patrimonio, a adquirir un terreno para construir y esperar que en un tiempo razonable o determinado plazo, haya un comprador en potencia. Quizás lo más importante de esto, es que antes de iniciar e invertir en el sector inmobiliario, se hagan estudios previos para tratar de encontrar prospectos o clientes potenciales.
Lo que sí se puede asegurar es que como negocio familiar, las bienes raíces rentables son una de las mejores opciones que existen. Siempre y cuando también se atiendan temas importantes en cuanto a asesoría jurídica y legal. En ese sentido, al grupo de personas inversoras. Es común que algunas veces, en el financiamiento inmobiliario, se presenten barreras que dificulten los procesos
mercantiles. Lo que se aconseja es asesorarse con especialistas en esos temas, para que los recursos monetarios de cada miembro familiar o amigo, estén lo más seguro posible.
Este modelo de mercado hipotecario, ha venido funcionando muy bien en Estados Unidos, donde una familia entera se involucra en estos negocios, en la que los miembros con mayor experiencia, administran y gestionan los procesos más relevantes, mientras que los más jóvenes, tienen la oportunidad de aprender de todo esto. Sin duda, la inversión en el sector inmobiliario, es un negocio que beneficia a muchas partes, convirtiéndose en un patrimonio familiar. Solo hay que saber con quién invertir y cómo, acudiendo a personas que cuenten con los mejores proyectos de terrenos y viviendas, para así, tomar el impulso que se necesita en este mercado.
Ahora, es cierto que eso ha ido cambiando, y más con la demanda de otro tipo de trabajo, que requiere un esfuerzo igual o mayor, que entrar al mundo de las hipotecas. Tal vez sea mejor empezar con un proyecto pequeño en renta de casas, donde obviamente conlleva un desembolso de dinero inicial. Para que sea una inversión hipotecaria rentable, hay que fijarse en lo que se está comprando, en las características no solo del terreno o vivienda, sino también en el entorno y en la misma economía local.
En ese sentido, la plusvalía es importante para determinar una estimada proyección de crecimiento en una eventual renta de casas o locales para comercio. Es necesario checar la ubicación y nivel de accesibilidad, y así, discernir el nivel de afluencia que tendrán esos terrenos o locales. Los servicios básicos son elementales, incluso si todavía no hay un desarrollo de los mismos, al menos observar que la zona no tendrá algún tipo de problema para acceder a los servicios más básicos. También hay que ver la escala en cuanto desarrollo continuo de zona y su diseño de urbanización.
La inclusión de los miembros en un negocio familiar de renta de casas, dentro de un mercado hipotecario, es una gran idea. Incluir a los más jóvenes, ayudará a un entendimiento en la forma de publicidad y comercialización que se tienen a través del internet, redes sociales y aplicaciones, que año con año van saliendo.