En la inversión en el sector inmobiliario, ya sea en financiamiento de casas o terrenos, existen consideraciones antes de pensar en proyectos magnos como esos. En la Riviera Maya, las oportunidades son impresionantes, sin embargo, entorno a esta región, es posible que se ciernen ciertos actos que obstaculizan un proceso de venta limpio o normal. Diversos grupos y personas, alertan a compradores o inversionistas, acerca de supuestos actos de corrupción y demás engaños, ante la creciente explotación en venta de terrenos en esta parte de Quintana Roo.
Invariablemente, el tema del Tren Maya es inherente en la plática y sucesos de inversiones, porque de una forma u otra, impacta al mercado hipotecario de la entidad y más allá. De un lado positivo, las comunidades originarias de la Riviera y sus zonas aledañas, han apoyado los proyectos que ahí se gestan, empezando por el tren, incluso más apoyo por parte de los lugareños que otros lugares con más infraestructura turística.
Eso quiere decir que, usted como inversionista de bienes raíces rentables, puede fijarse en estas alternativas para proyectos arquitectónicos de casas ya terminadas listas para arrendarse.
Aún así, es necesario cuidarse mucho del tráfico de terrenos y explotación desmesurada en la venta de viviendas en la Riviera Maya, debido a los malos manejos por negligencia de personas que no saben nada del mercado inmobiliario ni sus leyes, o peor aún, malas prácticas hechas por expertos en estafas inmobiliarias.
Una señal inequívoca en el desarrollo óptimo de áreas urbanas y viviendas en cualquier región, es la colaboración de las comunidades para una evolución natural y urbanística de una ciudad y poblados aledaños. Cuando se note una viabilidad para comprar hectáreas a un precio razonable, entonces quiere decir que los programas de desarrollo están en vías para los mejores proyectos inmobiliarios. Estos sin duda, no solo traen beneficios a los inversionistas, sino a toda la comunidad de dichas regiones.
En ese sentido, dependiendo de las hectáreas disponibles para futuros proyectos, es como se logrará visualizar y materializar los trabajos urbanísticos para una fructífera inversión en el sector inmobiliario, no solo en cuestión de casas, departamentos o residencias de lujo, sino en otra clase de proyectos que beneficien a una población entera, como complejos comerciales, turísticos, e incluso de índole industrial autosustentable, sobre todo en áreas protegidas por organizaciones ecologistas.
Ahora, también hay que considerar los problemas de raíz, en cuanto a los procesos burocráticos inmobiliarios, donde la unión de áreas turísticas se puede dar de forma natural, pero siempre con el inconveniente de las barreras que ponen empresas nacionales o extranjeras, por supuestas concesiones de sexenios pasados que en su momento, quizás sí hayan sido beneficiosos para todos, incluyendo empresarios, ciudadanía y comunidades autóctonas, pero que conforme pasa el tiempo, los procesos se han venido deteriorando o viciando por todo tipo de malas prácticas, como el desorden y la corrupción a todos niveles, y la que más sufre, es la misma ecología local, con destrucción de recursos naturales y demás cuestiones muy negativas.
Sabiendo todo eso, es importante que el inversionista de bienes raíces rentables, tenga en cuenta todo factor administrativo, comercial y político en la región donde quiera invertir, ya sea en Riviera Maya, Tulum u otro destino mexicano atractivo.
Quien lo acepte o no lo quiera hacer, el Tren Maya es ahora mismo, el pilar sobre el que gira todo proyecto inmobiliario en la Riviera y todas las zonas involucradas. En ese sentido, invertir en terrenos o viviendas en esa región del país, quizás sea un atractivo para todo buen inversionista hipotecario. Pero al menos se aconseja estar bien asesorado y planear muy bien los siguientes movimientos, sobre todo para no caer en las malas prácticas que ciertas organizaciones tratan de imponer a potenciales desarrolladoras y compradores.